El miedo a la recurrencia del cáncer es un sentimiento común en los pacientes que han sido diagnosticados con la condición. El miedo puede afectar nuestra calidad de vida; nos puede paralizar, impidiéndonos tomar decisiones y realizar acciones en nuestro beneficio. Algunas personas se deprimen y otras se sienten muy ansiosas. Es importante que no dejemos que el miedo nos controle.

Nuestra mente es un arma muy poderosa y nos puede servir para combatir el miedo y los pensamientos negativos. Todos podemos aprender a cambiar nuestros pensamientos negativos en positivos. Esta es una destreza que podemos desarrollar con la práctica. Resulta clave estar atentos a nuestros pensamientos y una vez identifiquemos un pensamiento negativo, debemos cambiarlo por un pensamiento positivo. Por ejemplo: al estar bajo el tratamiento de quimioterapia, podemos experimentar algunos efectos secundarios como la pérdida del cabello. Pensamos: “Ya no me veré atractiva”; pero ese pensamiento negativo puede ser sustituido por el pensamiento positivo: “mi cabello crecerá más fuerte y hermoso”.
Tenemos la capacidad de redirigir nuestra atención concentrándonos en actividades positivas y relajantes, que nos permitan sentirnos tranquilos y más animados. No nos aislemos de nuestra familia y amistades. Tratemos en lo posible de vivir y disfrutar las pequeñas cosas que nos dan alegría. Busquemos un grupo de apoyo, salgamos a caminar con las amigas, escuchemos nuestra música favorita y sobre todas las cosas, alimentemos nuestra fe. La fe nos permitirá enfrentar el cáncer y vencer nuestro miedo a la recurrencia.
Marla Vega
Directora Ejecutiva de Grupo Moriviví.