Sin dudas los amigos juegan un papel importante en la vida de cada uno de nosotros. ¿Qué sería la vida sin amigos verdaderos? Me lo repito constantemente intentando obtener una respuesta y la verdad es que pierde sentido todo.
Pero el rol que juegan nuestros amigos y «0nco amigos» en los diagnósticos y tratamientos, mucho más. Aquí es donde la frase “en las buenas y en las malas” cobra más relevancia que nunca.
Estar del otro lado no es fácil, aceptar, tolerar, y soportar puede resultar una tarea inmensa. Por eso, resulta fundamental poder compartir experiencias, hablar de cosas que solo te va a entender al cien alguien que esté pasando por lo mismo.

Lo que más une a una onco amiga es poder expresar con completa libertad los sentimientos que te generan todo este proceso. Poder hablar sobre miedos, sobre las eternas salas de espera, la ansiedad inmensurable que te provoca esperar -y luego tener en tus manos y no querer abrir- el resultado de un estudio, o la felicidad de salir de una consulta médica con una buena noticia.
Estar en la misma sintonía, poder contarle “lo desubicado de un comentario”, saber que quien te escucha no te responde con optimismo sin fundamentos, sino que te da consejos porque a ella misma le sirvieron; todo esto por supuesto, te hace el camino mucho más llevadero.

El abrazo que salva vidas
Cada persona diagnosticada con cáncer vive la enfermedad de un modo diferente, aunque se trate de la misma patología. Quizá muchas personas no pudieron vencerlo, quizá otras sí pero les tomó más tiempo. Depende mucho de la patología, de la persona, de su salud y de su estado de ánimo; pero el peor enemigo de los pequeños -y grandes- es un común denominador: la soledad.
Resulta muy difícil -y complejo- enfrentarse al cáncer solo. Recuerda que la familia y los amigos pueden ayudar simplemente estando presentes. Estos seres queridos a menudo se quedan esperando pacientemente en los pasillos durante las sesiones de radioterapia o sentados junto a un paciente que está recibiendo una larga infusión de quimioterapia. El solo hecho de tener a alguien cerca para apoyar y acompañar, nos recuerda que no estamos solos en esto.

No importa el contexto, el día, la hora, aprendamos a pensar y actuar más desde el amor, la sensibilidad y la empatía. No solo nos hará mejores amigos, sino también mejores seres humanos.
Nathaly Bosch
Comunicadora Social y Colaboradora para Grupo Moriviví.